El CBD interactúa con el cuerpo humano a través del sistema endocannabinoide (SEC). El SEC es un sistema biológico presente en los mamíferos, incluidos los seres humanos, que regula una variedad de funciones corporales, como el estado de ánimo, el sueño, el apetito, la respuesta inmunológica y el dolor.
Cuando se consume CBD, este interactúa con los receptores cannabinoides del SEC, especialmente con los receptores CB1 y CB2. Los receptores CB1 se encuentran principalmente en el cerebro y el sistema nervioso central, mientras que los receptores CB2 se encuentran principalmente en las células del sistema inmunológico y en tejidos periféricos.
La interacción del CBD con estos receptores puede tener varios efectos. Por ejemplo, se cree que el CBD modula la actividad de los receptores CB1, lo que puede influir en la transmisión de señales neurotransmisoras relacionadas con el dolor, el estado de ánimo y la ansiedad. Además, el CBD puede afectar la función de los receptores CB2, lo que puede desempeñar un papel en la regulación de la inflamación y la respuesta inmunológica.
Además de su interacción con los receptores cannabinoides, el CBD también puede afectar otros sistemas y neurotransmisores en el cuerpo, como los receptores de serotonina y vanilloides, que están implicados en la regulación del estado de ánimo, la percepción del dolor y otros procesos fisiológicos.
Sin embargo, es importante destacar que la comprensión exacta de cómo el CBD interactúa con el cuerpo y produce sus efectos aún está en proceso de investigación. Se están realizando numerosos estudios para comprender mejor los mecanismos de acción del CBD y su potencial terapéutico en una variedad de condiciones de salud.